Estados Unidos se arriesga a sufrir nuevos brotes con «muertes evitables» por coronavirus en aquellas zonas que emprendan una desescalada imprudente, y no hay «garantías» de que las vacunas que está desarrollando sean eficaces, dijo este martes el principal epidemiólogo del Gobierno, Anthony Fauci.
En su primera comparecencia ante el Senado de EE.UU., Fauci describió un panorama en el país mucho más sombrío que el admitido por el presidente Donald Trump, quien llegó a proclamar este lunes que Estados Unidos «se ha impuesto» en la lucha contra la COVID-19 gracias a su aumento relativo en la capacidad para hacer tests.
«Si creen que tenemos esto completamente bajo control, no lo tenemos», subrayó Fauci, que dirige el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de EE.UU. (NIAID, en inglés).
LA PRUDENCIA DE FAUCI
El doctor, que forma parte del equipo de trabajo de la Casa Blanca contra el coronavirus y en muchos casos ha contradicho las afirmaciones de Trump sobre la enfermedad, consideró «inaceptable» que Estados Unidos haya registrado ya más de 80.000 muertes por COVID-19 y admitió que el recuento oficial puede estar incompleto.
«El número de muertes es probablemente más alto que ese», opinó Fauci, al recordar que, «en lugares como Nueva York», hay fallecimientos en hogares cuya causa no ha llegado a corroborarse.
Un día después de que la Casa Blanca asegurara que todos los estados del país recibirán el material para hacer pruebas que han solicitado para este mes, Fauci se mostró mucho más prudente respecto a la capacidad de pruebas y rastreo de contactos, que muchos expertos en salud consideran aún insuficiente.
«El pronóstico es que para el momento en que lleguemos al final del verano y comienzos del otoño, tendremos en pie» el sistema de pruebas y rastreo de contactos que se necesita, precisó el doctor.
Actualmente, Estados Unidos hace unos 300.000 tests de coronavirus al día, una cifra que aún queda lejos de las 900.000 pruebas diarias que, según el Instituto de Salud Global de la Universidad de Harvard, se necesitan para iniciar ahora una reapertura segura del país.
El Gobierno de Trump calcula que, para septiembre, habrá sobrepasado la meta que apunta Harvard, porque ya podrá «hacer 40 o 50 millones de tests al mes si es necesario», indicó en la misma audiencia el subsecretario del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, Brett Giroir.
«MUERTES EVITABLES»
Sin embargo, varios estados y localidades del país están retomando a paso rápido la actividad económica, y Fauci advirtió, sin mencionar ningún territorio en particular, de que deberían ser prudentes si no tienen la infraestructura de tests y rastreo de contactos necesaria en su caso particular.
«Lo que me preocupa es que los estados, o ciudades o regiones (…) ignoren nuestras directrices sobre cuándo es seguro» reabrir, indicó Fauci.
«Hay un riesgo real de que provoquen un brote que no sean capaces de controlar, y eso no solo llevará a sufrimiento y muertes que eran evitables, sino que incluso puede suponer un revés en el camino hacia la recuperación económica. Iremos hacia atrás en lugar de hacia adelante», agregó.
Las palabras de Fauci contrastan con las de Trump, quien insiste en que el país «quiere volver al trabajo» y este lunes dijo sin pruebas que, si se sigue con el confinamiento, morirá la misma gente o incluso más por suicidios o sobredosis que la que podría fallecer como consecuencia de la reapertura.
SIN GARANTÍAS DE UNA VACUNA EFICAZ
Fauci también recordó que hay «al menos ocho» ensayos clínicos activos para conseguir una vacuna en Estados Unidos, y que espera saber «para finales de otoño o principios de invierno» boreal si esos proyectos han sido exitosos.
Sin embargo, subrayó que «no hay ninguna garantía de que la vacuna va a ser eficaz», y dijo que es «prudentemente optimista» de que algunos de esos ensayos clínicos producirán una vacuna «que tendrá algún grado de eficacia».
Preguntado por si el país puede contar con tener una vacuna eficaz disponible en el próximo año o dos, Fauci respondió que es «probable», pero volvió a destacar que «no hay garantías».
El experto recordó que «hay una posibilidad de consecuencias negativas con ciertas vacunas, que en la práctica pueden amplificar el efecto negativo de la infección».
NUEVO PROYECTO DE ESTÍMULO
Mientras, los demócratas de la Cámara Baja de Estados Unidos propusieron un nuevo paquete de estímulo de más de 3 billones de dólares para paliar los efectos en la economía de la crisis del COVID-19.
Ese proyecto, que la Cámara Baja planea aprobar este viernes, se convertiría de salir adelante en el mayor estímulo de la historia del país, pero los republicanos, que controlan el Senado, ya han rechazado el paquete, mientras que la Casa Blanca insistió en que su prioridad es un recorte a los impuestos en las nóminas.
EFE