Antioquia, Colombia, 18 octubre de 2022.- No cesa la horrible noche para los habitantes de la zona rural y urbana del municipio de Remedios y el resto de la subregión del Nordeste Antioqueño, los asesinatos, desapariciones forzadas, control social armado, continúan.
Este 17 de octubre fue encontrado sin vida el lenfermero Johnny Stivent Londoño Pérez, se desempeñaba como integrante del Comité de Salud de la Junta de Acción Comunal (JAC), de la vereda Carrizal en Remedios, Antioquia.
Su cadáver fue hallado con varios impactos de arma de fuego en un sector conocido como La Y, en la vía que conduce desde la vereda El Carmen y Mina Nueva.
Hasta el momento no se conocen mayores detalles sobre los móviles que rodean este crimen, lo que está claro es que la Defensoría del Pueblo en su Alerta Temprana 023-22 del 2 de septiembre, anunciaba el peligro que representa la presencia de diversos actores armados como las AGC, Disidencias de las Farc y el ELN que se disputan este territorio.
La presencia del ELN con el Frente de Guerra Darío Ramírez Castro, las facciones disidentes de las FARC-EP con el Frente 36 y el Frente 4º del Bloque Magdalena Medio en los municipios de Remedios y Segovia que, sumados a los poder territorial de las AGC con el Frente Jorge Iván Arboleda Garcés y el Bloque Roberto Vargas Gutiérrez y los ‘Caparros’, configuran un panorama desolador para estas comunidades.
El control armado y la disputa por los corredores estratégicos dominados por los actores armados y la riqueza aurífera sigue siendo un factor de riesgos para los habitantes de estas poblaciones.
La Alerta Temprana insiste en el riesgo que recae sobre las personas con Orientación Sexual e Identidad de Género Diversas, niños y niñas, adolescentes, jóvenes, afrodescendientes, indígenas, comerciantes, campesinos, mineros, personas defensoras de Derechos Humanos, líderes y lideresas sociales, población migrante, personas en proceso de reincorporación, miembros de la misión médica y mujeres, entre otros.
Estas comunidades no se han repuesto del dolor producido por el cobarde asesinato de uno de sus principales líderes comunitario, Elmer Lenin Guerra, quien fuera torturado y asesinado por los paramilitares de las AGC, el pasado 18 de agosto en el sector conocido como El Aporriado.
La zona está pasando por una crisis de seguridad sin precedentes que ya venía agudizándose desde el año 2018, esto indica que estos hechos ya tenían posibilidades de ocurrir y que también los desplazamientos forzados, las amenazas, homicidios, estigmatizaciones, hostigamientos, reclutamiento, uso y utilización de niños, niñas y adolescentes, regulaciones a la movilidad, imposición de normas de conducta y/o pautas de comportamiento, siembra de minas antipersonales, masacres y enfrentamientos con interposición de la población civil.
LOS RETENES DE GRUPOS ILEGALES SEGUIRÍAN INSTALADOS
Desde Corpades y el Portal de Noticias Análisis Urbano hemos denunciado insistentemente la instalación de retenes armados, asesinatos y unas condiciones difíciles en materia de seguridad que viven estas comunidades hasta el día de hoy.
Esa práctica ilegal habría sido instalada en varios sectores de Segovia y Remedios para controlar el territorio, a razón de que el ELN tiene la intensión de dominar las rentas delincuenciales. Esa plaza está siendo disputada a sangre por los hombres armados que nos le ha importado la vida de las personas que habitan en las parcelas.
De muchas maneras estas poblaciones han realizado un llamado al Gobierno Nacional y Departamental para que atiendan de manera urgente una situación que se extiende en el tiempo.
Una de las iniciativas fue la realización e instalación de un refugio humanitario en la cual se esperaba cesaran las violaciones a los derechos humanos, sin embargo, la situación siguió empeorando.
El retorno de la violencia es el pan de cada día y hasta el momento muy poco han servido las denuncias realizadas en la Audiencia Pública de la Comisión de Paz del Senado de la República y el Ciprad, celebrada sobre la crisis humanitaria en los municipios del Nordeste.
En ese espacio demostramos con cifras, información y en detalle, cómo los grupos armados y la ausencia del Estado vulneran los derechos humanos de estas poblaciones.
El panorama de seguridad para los líderes sociales, firmantes de la paz y comunidades en general sigue siendo de extrema gravedad, no hay unas instituciones sólidas que se vuelquen a brindar las garantías de prevención y protección para los más vulnerables.
La ciudadanía está en un alto grado de vulnerabilidad, además, están olvidadas y abandonadas, por ejemplo, les toca obligatoriamente hacer el levantamientos de los muertos, el personal acantonado de la Policía Nacional y Ejército Nacional en la zona pareciera sufrir de miedo, incluso para ir a recoger los cadáveres de las personas asesinadas, ¿Para qué le sirve a la fuerza pública tener armamento, logística y abundantes recursos económicos?
APUNTE URBANO-RURAL
Corpades y Análisis Urbano, tuvieron la oportunidad de conocer que varias organizaciones sociales y de Derechos Humanos del Nordeste Antioqueño, no consideran que Johnny Stivent Londoño, asesinado el día 17 de octubre en el municipio de Remedios, fuera líder social en el corregimiento de Carrizal, sino que, se desempeñaba como enfermero dentro del Comité de salud.
Sin embargo, dejamos constancia que la Resolución No. 28543 del 19/11/2009, Auto 2716 del 24/02/2022, fue nombrado como representante del Comité de Salud por parte de la JUNTA DE ACCION COMUNAL VEREDA CARRIZAL del Municipio de REMEDIOS (ANT.).
Para Corpades, Análisis Urbano y la Fundación SUMAPAZ, aunque respetamos la posición de algunas ONG, seguimos insistiendo que el occiso ejercía liderazgo social en la zona de Carrizal, trabajando con la comunidad desde el comité de salud.
A.U.