¿Quiénes están saboteando la paz urbana en Medellín?

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Medellín, Colombia 13 agosto de 2023.- Los intentos por alcanzar la paz en Medellín, el Valle de Aburrá y el resto del país sufren ataques constantes. Esto no es nuevo y no será la última vez que los esfuerzos por conseguir la paz se enfrenten a escollos.

Sabemos que sectores de estructuras que viven de la guerra, no quieren la paz. El conflicto es un negocio que deja, además de muerte, dolor y miedo, mucho dinero.

En temporada electoral, como la que vivimos, algunos candidatos eligen el discurso de la guerra porque les significa votos. Y quienes están en el poder asignan millonarios contratos para comprar armas.

La guerra es un negocio para muchos. A algunos les reditúa votos, a otros, mucho dinero, y a unos cuantos más, las dos cosas.

Por eso no es extraño lo que ahora vemos en Medellín. Después del inicio de los acercamientos y puesta en marcha del Espacio de Conversaciones socio-jurídico con las estructuras armadas de Medellín y el Valle de Aburrá, se había producido un cese de hostilidades que se tradujo en una reducción de homicidios y delitos violentos, ahora vemos un repunte de casos que alarman, con toda razón, a la ciudadanía.

Hay que decirlo con todas sus letras: el proceso de paz urbana en Medellín y el Valle de Aburrá está siendo saboteado por aquellos sectores a los que les conviene el conflicto y la violencia. Es lo que ocurre en la actualidad. Hay un saboteo a la paz.

Desde el portal de noticias Análisis Urbano lo hemos dicho muchas veces: la paz y el fin del crimen no se consigue a sangre y fuego. Eso nunca ha funcionado. Se consigue dialogando entre los adversarios, entre la sociedad y las estructuras al margen de la ley.

Y es que la paz no es solo una palabra. La paz no es solo la ausencia de guerra. La paz es también el predominio de entornos libres de toda clase de violencia. La paz es tolerancia, la paz es respeto, la paz es convivencia.

La guerra es lo contrario, es aplicar la violencia física y verbal sobre otra persona con la que no estamos de acuerdo. Quienes así actúan son enemigos de la paz.

La mano negra

En la Cárcel La Paz de Itagüí se instaló el pasado viernes 2 de junio un espacio de conversaciones cuyo objetivo es que los integrantes de no menos de 350 estructuras armadas organizadas del Valle de Aburrá dejen de seguir usufructuando las rentas ilegales, ejerciendo control social armado y por ende entreguen las armas y se reintegren a la vida civil. Todavía no existe un marco jurídico para resolver la situación de estas personas, quienes están trabajando con denuedo para detener la violencia en el Valle de Aburrá.

Los detractores de inmediato salieron a decir que a los voceros de estas estructuras los tenían viviendo como príncipes en la cárcel, que les tenían piscina, licor y hasta chef. Nada más alejado de la realidad.

Desde entonces los ataques a estos intentos de paz no se han detenido. Por ejemplo, recientemente se registraron tres lamentables asesinatos en Manrique, comuna 3 de Medellín. Residentes de esa comuna aseguraron al portal digital Análisis Urbano, que vehículos de alta gama y hombres de negro vestidos de civil estuvieron recorriendo las calles. El temor se apoderó de sus habitantes y ahora en las noches les cuesta conciliar el sueño.

Sumado a ello, circuló un panfleto amenazante que llegó a las redes sociales de personas residentes en El Chispero, La Terraza, Villa Guadalupe y el Faraón. Aunque posteriormente se descubrió que el pasquín es el mismo que otras veces fue publicado en Querétaro y Xpujil, en México; Tecoanapa, en Costa Rica; así como en Bello, Antioquia; Baranoa, Atlántico; Guamal, Magdalena; y Barrancabermeja, Santander, no todos saben eso y el escrito amenazante, sumado a la difícil situación de orden público que se presenta en Manrique, causó temor, claro está, ¿quién no teme a semejantes advertencias?

Entonces, cabe preguntarse, ¿quién puede tener tanto interés en hacer circular un panfleto anónimo en una comuna que está presa del pánico, en un claro acto de terrorismo? Pues los enemigos de la paz. Y a eso se le llama saboteo.

Amenazas internas y externas

Los ataques sicariales en los que fueron asesinados Yeison Alberto Gaviria Aguirre, de 34 años, y Milton Alexis González García, de 43, en el barrio Manrique Central N.2 el 31 de julio; y John Jairo Muñoz, de 44 años, muerto por una bala perdida en el barrio San Blas el 11 de agosto, obedecen a una disputa interna de miembros de un grupo delincuencial de Manrique.

Son amenazas internas al proceso de paz, que tienen un origen externo. Por eso hablamos de amenazas internas que podrían ser alentadas desde el exterior. En lo interno, puede haber estructuras de bajo nivel que no observan con buenos ojos el proceso de paz. Eso las hace susceptibles a ser manipuladas desde el exterior. Esto genera zozobra y pone en vilo las conversaciones de paz.

Estas tretas son características de quienes están a gusto con la guerra.

Es por ello que la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, en cabeza de Iván Danilo Rueda Rodríguez, publicó un comunicado en el que hace referencia a estos actos que podrían denominarse saboteos a la construcción de la Paz Total.

Hay personas interesadas en que no salga bien el trabajo del espacio dialógico de la Cárcel La Paz de Itagüí y que tampoco ocurra el milagro de la paz afuera de la cárcel. Es decir, que ni adentro ni afuera de la cárcel de Itagüí se alcancen resultados positivos en la búsqueda de la Paz Urbana Total.

Por lo tanto, hay que hacer un llamado a que entre todos construyamos la paz, podemos tener opiniones diversas, podemos pensar que no están bien las cosas, pero entre todos podemos reorganizar, reorientar si es necesario, el tema de la Paz Urbana, es mejor que apostarle a la guerra, es mejor que apostarle a salidas como las que se han presentado en El Salvador con el presidente Nayib Bukele.

Medellín no es El Salvador ni su área metropolitana es San Salvador. La dinámica del conflicto urbano es diferente acá.

A quienes están buscando dañar la paz, hay que decirles que eso no les va a funcionar. Hay una apuesta seria para lograr la reconciliación de Medellín y el Valle de Aburrá y para dejar atrás el imperio de las armas. Sólo hay que estar alertas de los saboteadores.

Luis Fernando Quijano Moreno

Director de la Agencia de Prensa Análisis Urbano

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