Categoría: Análisis Urbano

La pelea entre el periodista de Semana y el expresidente de la República, tiene sus orígenes en otra columna publicada por la misma revista en la que Samper se burla de la condecoración entregada por el gobernador de Antioquia, Luis Pérez, al cantante reguetonero, Maluma.

En defensa del sistema se alega la falta de recursos humanos, técnicos y económicos, sin embargo, ello se desvirtúa si se mira con detenimiento la excelente atención en salud que reciben ciertos sectores de la población colombiana gracias a su cargo, dignidad o solvencia económica…

Entonces, ¿por qué pasó inadvertido todo esto? Porque hubo toda una estrategia mediática que señalaba como principal problema del país a las FARC, así nos estuviera carcomiendo la corrupción y así la falta de ética en las instituciones no fuera culpa de la guerrilla y, por el contrario, esto hubiera ayudado históricamente al recrudecimiento de la guerra y a la violación sistemática de los derechos humanos.

Del lado del legislativo y el ejecutivo el panorama no es menos desolador, dichas ramas del poder público se han visto inmersas en escándalos como el de la parapolítica, la financiación ilícita de campañas electorales, cuyo primer capítulo se encuentra en el proceso 8000 y hoy se ratifica con el ingreso de dineros de Odebrecht a las campañas electorales de 2010 y 2014, e igualmente con los casos de la DNE, Agro Ingreso Seguro, Reficar, Navelena…

Juan Fernando Amaya, luego de haber salido de la cárcel, estuvo buscando empleo, llegando a Rionegro donde un empresario estuvo dispuesto a contratarlo, de no ser porque al revisar su hoja de vida se dio cuenta de que había pertenecido a las Farc. Sin apoyo del Gobierno y un empresariado indolente, sin familiares en la ciudad y a la deriva, decidió irse para Ituango, en donde estuvo unos días en la zona veredal de Santa Lucía.