La acelerada deforestación en un área de especial protección en la Amazonía colombiana, en zona rural de Orito (Putumayo), alertó a las autoridades ambientales sobre los efectos nefastos para la fauna y las fuentes hídricas.
Según los investigadores, la sustancia ilegal sería enviada a Panamá y pertenecería a la organización criminal conocida como Autodefensas Gaitanistas de Colombia, AGC, conocidas también como Clan del Golfo, que delinque en esa zona del país.
Con la misma decisión fueron afectados sus escoltas Edwin de Jesús Berrío Naranjo, Orlay Grisales Cardona y Darwin Raúl Manyoma Coca, así como Jaime Eduardo Alzate, administrador de una finca ubicada en la vereda Las Cruces del municipio de Cocorná, Antioquia, donde fueron capturados los anteriores.