Como se recordará, este 25 de abril, campesinos, indígenas, comunidades negras, sectores obreros, sindicales y estudiantiles se unirán al Paro Nacional con el que regiones y ciudades reclamarán para que se implementen políticas públicas que garanticen los derechos económicos, sociales y culturales de la población.
Categoría: estado colombiano
La comunidad hizo un llamado público a las fuerzas armadas del país, “quienes de manera inconsulta han hecho tránsito por los territorios resguardados desde el pasado 4 de abril, en el resguardo Rio Murindó y solicitamos que dichas movilizaciones se hagan en coordinación con la Guardia Indígena y el Cabildo Mayor, para evitar que nuestros Sitios Sagrados se vean afectados en su integridad y cuidado, además de evitar un posible hecho victimizante con la población indígena”, se lee en el comunicado.
“Señoras y señores militares y policías colombianos, les escribo de nuevo porque hay temas de profundo interés para el intercambio, debido a acontecimientos que estremecen la vida del país, en los que ustedes son parte importante”.
La comunidad espera la pronta reacción de la Fuerza Pública en la recuperación de la seguridad de la región por parte del Estado y exige con carácter de urgente medidas para preservar la vida de los habitantes de Corinto.
Como se recordará, el pasado lunes, en una rueda de prensa en Washington, en una libreta que portaba Bolton fue visible una nota de dos líneas que decía: “Afganistán, damos la bienvenida a los diálogos… 5.000 tropas a Colombia”. El escrito puso al mundo en alerta por lo que sería una posible invasión de Estados Unidos a Venezuela.
Según el Eln, la menor fue retenida porque las Fuerzas Armadas la utilizaron como informante, versión que la joven habría confirmado luego de que la abordaran miembros de esa guerrilla en zona de la comunidad indígena Orpúa, en el Bajo Baudó, departamento de Chocó.
El inmueble ubicado en la calle 19 sur, número 17 -119, aparecía a nombre de un sordomudo, Arturo Cardeño, desde el 30 de diciembre de 1992.
Los grupos familiares salieron de viviendas ubicadas en la carrera 84bc con calle 22, sector conocido como la Rampa de Zafra.
El padre de la víctima reaccionó, fue por una escopeta y empezó disparar contra los asesinos. En ese momento se desató un intercambio de disparos tras el cual perdió la vida el progenitor y resultaron heridos otros dos de sus hijos.
El Estado no actúa con contundencia para detener este indolente derrame de sangre. Colombianos asesinando colombianos, nada más absurdo. No protege a estos activistas, tampoco investiga y mucho menos va en busca de los responsables de los homicidas.