Luego de mencionar lo que sucede en el Bajo Cauca, el pasquín da un salto y se refiere a diferentes personas a las que declara objetivo militar y que desde Medellín “están trabajando para la guerrilla y caparrapos bajo el disfraz de líderes sociales y defensores de derechos humanos”.
Preocupa a esa guerrilla que luego de darse la liberación no se respete la vida de quienes por parte del Eln participen del acto humanitario de entregar a los retenidos. “Está en juego, una vez hecha la liberación, la seguridad de nuestras unidades, que es el protocolo que la garantiza”, afirman en el audio.
El Estado llegó a un acuerdo de solución amistosa con las víctimas el 17 de marzo de 2017. El 4 de octubre de ese mismo año, el Estado colombiano pidió perdón.