“Yo insisto: si el ELN quiere avanzar en movilización, desarme y reinserción, bienvenido, pero tiene que ser sobre las dos premisas claritas: tiene que liberar a todos los secuestrados y tiene que poner fin a los actos criminales. De lo contrario, van a tener siempre la capacidad ofensiva, sancionatoria y disuasiva del Estado para enfrentarlo sin contemplación”, advirtió el Jefe de Estado.
La Comunidad de Paz de San José de Apartadó desde su conformación ha sufrido los ataques, persecución y violación de sus derechos humanos por parte de todos los actores del conflicto, incluyendo la Fuerza Pública, situación que ha denunciado reiteradamente y por la cual cuenta con medidas provisionales por parte de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Las AGC señalan que, “a pesar de que las autoridades y la Fiscalía insisten en que no hay sistematicidad en los crímenes”, son tantos los líderes y defensores de derecho humanos ejecutados “que sería imposible que obedeciera a casos aislados o individuales”.
Pareciera que el Estado es indiferente a este derramamiento de sangre, ante esta preocupante situación no da muestras de importarle siquiera un poco y deja a su suerte a los líderes sociales, comunales, defensores de derechos humanos y excombatientes.