Un juez les dictó medida de aseguramiento intramural. Según la Policía Nacional, Samuel Gallo no era un líder social, aunque sí participaba activamente en campañas políticas y su profesión era veterinario del pueblo.
Sus allegados lo describieron como una persona entregada a la comunidad, un gran ser humano y un hombre de origen campesino que nunca dejó de ser humilde. Dos hombres fueron capturados, señalados de cometer el crimen.
A partir de ese momento se activó la red de participación cívica de la región. La información de testigos del caso llegó a las autoridades, quienes de inmediato iniciaron la búsqueda de estas personas por tierra y aire gracias a la coordinación entre el Ejército Nacional, la Fuerza Aérea y la Policía Nacional.
Durante los procedimientos de captura se incautaron tres celulares con información, 400 gramos de clorhidrato de cocaína dosificada y 20 cartuchos, material que, junto con el personal detenido, fueron puestos a disposición de las autoridades competentes para su judicialización.
Según las víctimas, el delincuente les habría dicho meses atrás que el dinero era para “cuidarlos” y evitar que los violentaran a ellos o a sus familias.