Aunque el comercio en este lugar se reactivó, las personas aún tienen miedo de salir a la calle, de acuerdo con un líder social de la región. Estas 18 familias desplazadas se suman a otras 500 personas que han tenido que salir de la vereda La Caucana por el peligro que allí se vive.
En conclusión, las promesas de una vida mejor suenan muy lejanas para los habitantes de la Colombia que aún vive la violencia o migran por necesidad. Por eso el CICR recomienda que es muy importante que el Estado “tenga una presencia integral, más allá del pie de fuerza, en las regiones donde más se lo necesita.
El Equipo Local de Coordinación (ELC) de Chocó continuará monitoreando la emergencia en coordinación con las autoridades municipales y departamentales, para complementar la respuesta en caso de ser requerido.