Las autoridades ofrecían por información que condujera a su paradero la suma de cincuenta (50) millones de pesos. Su función en la denominada Oficina del Valle de Aburrá (Oficina de Envigado), al parecer, era cobrarle a todo aquel que le debía a los miembros de esa estructura criminal. Sus jefes inmediatos serían Carlos Mauricio Soto Isaza, alias Soto, y alias Toma (Juan Carlos Mesa Vallejo).
Ese municipio se convirtió en un campo de guerra por culpa de tres combos (el Mesa, Pachelly y Niquía Camacol) que se disputan el poder y que, según la Policía Metropolitana, dicha guerra se inició por el robo de una gruesa suma de dinero proveniente de la minería ilegal. El dinero era de la banda el Mesa y se lo habría robado la banda Pachelly.