Antioquia, Colombia, 27 junio de 2022.- Kutamba, en sí, era un símbolo de la paz. Un ser de amplia sonrisa, de acciones solidarias y palabras de tolerancia y respeto hacia los demás. Quienes lo asesinaron no lo conocían, seguro. Hombres sin escrúpulos le arrebataron la vida en la madrugada de este lunes 27 de junio de 2022.
Lo hicieron con sevicia, con odio. Los asesinos ingresaron con violencia a la vivienda del líder ambiental Julián David Ochoa Rueda, ubicada en zona rural, corregimiento Santa Ana de Granada, municipio del Oriente antioqueño, lo buscaron y al encontrarlo le dispararon sin mediar palabra con una escopeta. Juan David, quien se hacía llamar Kutamba Kizirimbembe (Jugar con Lagartos), murió de forma inmediata.
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Pero ahí no paró todo. El horror continuó. Los criminales atacaron con machetes a su joven compañera sentimental y al padre de Julián David. Luego, huyeron, como los cobardes que son.
Con heridas de gravedad fueron remitidos a un centro asistencial del Oriente antioqueño, en el que se encuentran bajo observación médica y con pronóstico reservado.
Este líder social se auto reconocía bajo la influencia de la cultura Rastafari, que le habría generado señalamientos y estigmatizaciones frecuentes de algunos sectores en el municipio de Granada, sin embargo, la comunidad lo recuerda como una persona pacífica, amante de la naturaleza y además, reconocido por un proyecto personal para disuadir a muchos jóvenes para que no consumieran sustancias ilícitas.
Como activista político, participó activamente haciendo campaña para el Pacto Histórico, situación que pudo generarle enemigos en una zona con un clima amenazante y completamente opuesta al progresismo democrático.
Como líder ambiental, era reconocido por su férrea oposición a la construcción de la Central Hidroeléctrica en zonas de influencia de la vereda Santa Ana.
Fuentes consultadas por el Portal de Noticias Análisis Urbano, alertan sobre posibles hechos de autoridades locales por tratar de desviar las investigaciones usando la bochornosa estrategia de priorizar como uno de los posibles móviles a hechos relacionados con el consumo y tráfico de sustancias ilícitas o problemas personales, todo esto sin ni siquiera haberse iniciado una investigación como la que requiere este caso.
En el caso de Julián David, no puede descartarse que pueda tratarse de un nuevo caso de violencia contra líderes sociales, atacado por sus ideas políticas, principalmente en una región con unas complejidades políticas y una presencia armada tan fuerte.
Con este brutal asesinato se han identificado 9 homicidios a defensores de los derechos humanos en Antioquia, 91 en Colombia. 4 de estos casos ocurrieron en el Oriente de Antioquia.
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Comunidades denuncian que recientemente han sido vistos hombres con camuflados, encapuchados, fuertemente armados con fusiles y con un brazalete de la bandera de Colombia como distintivo en zona rural. Se trasladan frecuente desde la zona que va desde el Rio Calderas entre la vereda La María y Santa Bárbara, hacia el corregimiento de Santa Ana, generando miedo entre los habitantes.
En zona urbana de este municipio se incrementa la presencia de actores armados como las AGC y poderosas bandas del Valle de Aburrá que estarían por fuera de la influencia de la Oficina del Valle de Aburrá, conocida como la Oficina de Envigado, que tienen la intención de reposicionar su estrategia armada de corredores estratégicos y de control social.
Según el Centro Nacional de Memoria Histórica, el municipio de Granada fue uno de los más violentos de la historia del Oriente antioqueño y en donde ocurrieron 299 casos de desaparición forzada, 460 homicidios violentos, más de 10 mil desplazamientos en un municipio de tan solo 183 kilómetros cuadrados.
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Señor presidente Gustavo Petro, le hacemos un llamado para que rechace de manera contundente este hecho e implemente las acciones necesarias para garantizar la seguridad y protección para estos líderes que vienen siendo atacados con total impunidad.
Señor presidente Petro, detenga esta masacre y construyamos una Colombia de paz.
LA MESA DE DERECHOS HUMANOS DEL ORIENTE SE PRONUNCIA
