Se ajusta el pacto del fusil

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Redacción Análisis Urbano

La Agencia de Prensa Análisis Urbano conoció en exclusiva las reuniones realizadas el 22 y el 25 de agosto de 2017 entre representantes del crimen urbano-rural —desde jefes de las bandas hasta algunos patrones de La Oficina y las AGC— para pactar el fin de la confrontación en el corregimiento de Altavista y algunos sectores de Belén (comuna 16).

De acuerdo con las estadísticas de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá (Meval) y del Sistema de Información para la Seguridad y la Convivencia (SISC), en Medellín se han presentado, hasta el 28 de agosto, un total de 358 homicidios, 18 más que en el mismo periodo de 2016. Los meses de julio, con 54, y agosto, con 49, han sido los de mayores índices, en comparación con el mismo periodo de 2016 —51 en julio y 30 en agosto—.

Fin de la confrontación

La confrontación en el corregimiento de Altavista y en Belén habría llegado a su fin luego de tres meses del enfrentamiento criminal urbano que se ha extendido a los barrios Belén Zafra, Altavista, Buenavista, Belén Rincón y Belén Los Alpes, dejando como consecuencia muertes, desplazamientos intraurbanos, desapariciones y una comunidad confinada por el miedo y el toque de queda ilegal.

Las bandas, representadas en jefes y patrones, habrían pactado silenciar los fusiles y reorganizar el territorio.

Este pacto, en el que participaron jefes de La Oficina, las AGC (o Clan del Golfo) y bandas paramilitarizadas que han estado involucradas en la desestabilización de la ciudad, serviría para que en otros territorios, en donde se han presentado confrontaciones, producto del reacomodamiento del negocio paramafioso representado en vacunas, tráfico de drogas, pagadiario y sicariato, cesaran las confrontaciones. [Leer: Guerra en Belén Zafra y Altavista, ahora en Robledo]

Reunión exploratoria

Participaron en las conversaciones delegados de Los Pájaros Rebeldes (Hugo Pájaro), Los Chivos (alias Chatán), San Bernardo (gente de alias Pichi), un patrón de patrones del centro (al parecer podría haber sido alias Don Pedro, el verdadero Pedro Pistolas o uno de sus representantes), además de miembros de la Alianza Criminal del Norte, en cabeza de Carlos Chata, máximo jefe de la banda Los Chatas. Estos hombres asistieron a la reunión realizada en un sitio clandestino de la ciudad.

En este encuentro se abordó el tema de los territorios dominados, las finanzas y los enfrentamientos de los últimos meses. Entre los puntos tratados y que llamó la atención a las fuentes de la Agencia de Prensa Análisis Urbano fue la creciente preocupación por los operativos que constantemente venía realizando la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá. Se acordó seguir avanzando en la posibilidad de parar la guerra buscando alternativas que los beneficien a todos.

Reunión para afianzar el nuevo pacto

El viernes 25 de agosto se convocó a una nueva reunión a la que acudieron varios de los delegados de la realizada el 23 de agosto.

Alias Álex, en representación de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia; alias Julián Machete, de Los Pesebreros, representando a Camilo A (o el Grande) y a Carlos Pesebre; delegados de Carlos Chata cabecilla de la Alianza Criminal del Norte; representantes de Los Pájaros Rebeldes, de Hugo Pájaro; y delegados de Los Chivos, manejados por alias Chatán. En dicha reunión, como lo pudimos confirmar en exclusiva, se acordó terminar la confrontación en el corregimiento de Altavista y en la parte alta de Belén.

Igualmente, se reafirmó la preocupación por el megaoperativo realizado al amanecer de ese día cuando 4 jefes y 44 subalternos fueron capturados. Los asistentes a la reunión sabían que no solo sería ese operativo sino que vendrían muchos más y era necesario parar toda actividad militar. «En últimas, estas guerras no le sirven al negocio», afirmó el patrón del centro (comuna 10).

Los más recientes homicidios ocurrieron en Belén Zafra el miércoles 23 de agosto, dejando como víctima a Janer Fabián Almanza García, amenazado por Los Chivos y Los Pájaros Rebeldes, siendo el determinador de su muerte alias Demo. La otra víctima fue Luis Alfonso Pulgarín Bernal, de 31 años. Según la Policía era conocido como alias Ñote. Fue asesinado el 25 de agosto a las 4:46 p. m. en el barrio Mano de Dios. Esta persona habría tenido problemas desde tiempo atrás con las AGC que hacen presencia en la parte alta del corregimiento de Altavista.

Se reparte el territorio

La reunión del viernes 25 de agosto afina el Pacto del Fusil que se ejecuta desde el 13 de julio de 2013, luego de la firma entre las estructuras de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, La Oficina del Valle de Aburrá y en menor medida de Los Rastrojos. El pacto fue ratificado en Santa Fe de Antioquia y fue conocido por algunos periodistas como el pacto de San Jerónimo, entre el 23 y el 24 de julio. [Video: Cuánto se estableció el Pacto del Fusil]

Se pactó entonces respetar las conquistas que se dieron en la guerra y lo que se adquirió, como plazas y vacunas.

Autodefensas Gaitanistas de Colombia: toda la parte alta del corregimiento de Altavista hasta la frontera con La Esperanza.

Los Chivos: se quedan con La Esperanza hasta la frontera de la parte alta de Altavista, territorio que se lo disputaban con Las AGC, incluyendo Choleos y La Palma.

Pájaros Rebeldes: los hombres al mando de alias Hugo Pájaro o Damián, así como su hermano Juancho Pájaro, quedan en dominio del barrio La Gloria y Buenavista (parte baja), ostentando un poder importante en la parte alta de Belén. Con esto constituyen una gran alianza con Los Chivos.

Estos Pájaros Rebeldes quedan en la frontera de San Bernardo con alias Pichi, representante de Los Chamizos, de las comunas 8 (Villa Hermosa) y 9 (Buenos Aires), y de La Oficina del Doce de Octubre, recibiendo instrucciones de Carlos Chata.

Pájaros Pesebreros: de acuerdo con esta división de territorios son los grandes damnificados, quedando solamente con el control de Belén Zafra, con Martín (o el Gordo) como jefe, y Las Brisas, al mando de alias el Negro. De esta manera perderían toda la zona que ahora controlan los Pájaros Rebeldes.

Esta es la realidad de los territorios del corregimiento de Altavista y de Belén donde se reparten y reorganizan las finanzas y los territorios, además de evitar que se presenten nuevas confrontaciones y operativos policiales.

Chivos y Pájaros con protección

La Agencia de Prensa de Análisis Urbano pudo establecer —con algunas de sus fuentes—, que las bandas de Los Chivos, con alias Chatán, y Pajáros Rebeldes, de Hugo Pájaro o Damián, quedan bajo la protección de la Alianza Criminal del Norte, integrada por las bandas: Pachelly, El Mesa, La Oficina del Doce de Octubre, Los Chamizos y Los Chatas. El líder de esta alianza es Carlos Chata y su aliado principal las Autodefensas Gaitanistas de Colombia. Esta sería la entrada de este jefe criminal a Belén y a una parte del corregimiento de Altavista a través de la alianza con alias Pichi, Los Chivos y los Pájaros Rebeldes, uniendo esfuerzos para buscar controlar la totalidad del territorio con las AGC.

En retirada

Alias Abelito, quien mantiene su poder en la parte alta de la comuna 8, incluyendo el barrio La Sierra, con el Bloque Sierra de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, estaría retirando a algunos de sus hombres de Altavista y Belén. Además, los hombres de las AGC que llegaron del Bajo Cauca y la región de Urabá para la confrontación también estarían en retirada luego de lo pactado.

Cuando faltan pocos días para el arribo del Papa Francisco a Colombia y a Medellín se afina el pacto del fusil entre la criminalidad. De acuerdo con los análisis que hemos hecho y la información suministrada por nuestras fuentes, se podría extender este ajuste a toda la ciudad, a territorios en las comunas 7 y 13, siendo esta última la más preocupante con ocho homicidios en lo corrido de agosto.

La agenda de paz, pese a la captura de 48 integrantes de bandas de Altavista, Belén, Barrio Antioquia y Robledo, sigue marcada por las decisiones del crimen urbano, entrando en un nuevo proceso al afinarse el pacto del fusil y con la suspensión de patrocinios y acciones militares. ¿Hasta cuándo? ¿Será que esto termina con la visita del Papa Francisco o podría extenderse por lo que resta de 2017? La palabra la tiene el crimen o la institucionalidad representada en alcaldes del Valle de Aburrá, la Meval y la Fiscalía.

Ajuste del Pacto del Fusil explicado por nuestro director Luis Fernando Quijano Moreno

Apunte Urbano

El incumplimiento de lo pactado en las reuniones del 23 y el 25 de agosto —donde se selló el fin de la confrontación armada que no se sabe si es temporal o definitiva— llevaría al reinicio de las hostilidades militares. De presentarse una nueva confrontación armada en los días previos y durante la visita del Papa Francisco a Medellín, sería porque alguna de las partes faltó a los compromisos adquiridos en la reuniones o a que un tercer actor buscaría provocar una nueva guerra urbana para profundizar la desestabilización de la ciudad. Es difícil saber cómo acturará el crimen urbano-rural, pues los criminales y las estructuras paramafiosas y bandas paramilitarizadas a las que pertenecen son dinámicas e inestables.

En todo caso se sabe que la institucionalidad, y en especial la Meval, no intentarán detener la operatividad. Para ellos estos pactos son fugaces y en cualquier momento podría arreciar una nueva guerra urbana.

 

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