Cepeda dijo en la sesión de la Comisión Segunda del Senado, que se encarga de los asuntos internacionales y de seguridad, que todas esas operaciones se realizaron “utilizando el llamado método de entrampamiento, es decir, la acción deliberada de agentes provocadores de la DEA”, que constituye otra “causa de ilegalidad”.
Según el portal especializado Insight Crime, en 2016, Iván Mordisco auspició la comisión de delitos como la minería ilegal y la extorsión a campesinos, comerciantes y agricultores, y presionó para aumentar la siembra, transformación y tráfico de coca al Guaviare. A su vez, ese mismo año, la Defensoría del Pueblo denunció́ que su grupo criminal reclutó forzosamente a un número indeterminado de niños y jóvenes indígenas en zona rural de Miraflores (Caquetá). En 2017, el comandante disidente ordenó asonadas contra la Fuerza Pública, ataques con aparatos explosivos, secuestros y varios asesinatos de civiles en Guaviare.
El jurado número once y portavoz del tribunal popular entregó al juez de la corte federal la decisión, que fue leída por el juez. El próximo 25 de junio se establecerá la condena contra Guzmán Loera, quien estuvo en juicio desde el pasado mes de noviembre y que concluyó después de que la Fiscalía y la defensa hicieran sus alegatos finales.
Chupeta no recuerda todos los asesinatos que ordenó, ni sabe todos los nombres de sus víctimas. “No los he contado”, dijo el testigo, cuya apariencia es extraña como resultado de sus múltiples cirugías plásticas para modificarse el rostro a las que se sometió en Brasil: implantes en los labios y en los pómulos, una nueva nariz, ojos estirados, trasplante de pelo, un hoyuelo en la barbilla.