Ocurrió en horas de la mañana de este viernes 10 de mayo en la vereda la Cumbre. Un hombre de unos 32 años fue baleado por desconocidos que se dieron a la fuga.
Categoría: Federico Gutiérrez
Según testigos, al hombre, al parecer en situación de calle, le dispararon en más de diez oportunidades y murió al instante en el sitio. Su cuerpo quedó al lado de un establecimiento comercial cercano al puente de la Madre Laura.
Trascendió que la víctima portaba un brazalete electrónico, lo que hace suponer que fue beneficiado con medida de seguridad domiciliaria. Las circunstancias, los móviles y los responsables son materia de investigación.
Recibió dos disparos. El cadáver fue hallado al interior del colegio pues, según explicaron vecinos del lugar, la puerta permanece abierta las 24 horas del día porque es camino obligado entre las veredas Buga y San Francisco.
Para Federico Gutiérrez, alcalde de Medellín, ese desorden interno es una de las razones por las cuales se han incrementado los homicidios en la capital antioqueña, que incrementaron casi 20 por ciento pasando de 202 a 242 casos entre 2018 y el presente año.
El hecho de sangre se registró a las 5:16 de la tarde del día anterior, sábado 4 de mayo, en la calle 20A con carrera 84, sector Cantarrana, cuando el señor Castañeda fue alcanzado por sicarios que le dispararon sin mediar palabra.
Según vecinos del sitio, a eso de las 8 de la noche se escucharon varios disparos. Cuando salieron a mirar qué pasaba se encontraron con el cuerpo de Araque Barrientos en el piso.
Según las autoridades, a Luz Dalia se le conocía con el apodo de la Gorda Dalia y era la segunda al mando en el combo La Colinita, anexo a la banda la Raya, que lidera alias el Burro (Luis Yefri Ríos López), que heredó a su vez ese sórdido sitial de su hermano Didier de Jesús (alias Tuto), señalado cabecilla principal y quien seguiría dando órdenes desde la cárcel a sus otros hermanos (Wilson a. Monopepe, y Eduardo a. Colada), también integrantes de la agrupación criminal.
Los sujetos siguieron hasta el local contiguo, donde uno de ellos le entregó a otro una pistola con supresor de sonido. Luego se acercó a su objetivo, le apuntó a la cabeza y le disparó en tres oportunidades. Los dos sicarios y el campanero huyeron por la calle Tejelo hacia el sector del Raudal.
El sicario lo esperó disfrazado de vendedor ambulante. Cuando Aguirre Monsalve se hizo a un lado de la acera para esperar el bus que lo llevaría a la empresa en la que trabajaba, el presunto vendedor sacó un revólver de un bolso y le disparó en seis oportunidades. Lo mató al instante. El agresor huyó con un cómplice con rumbo desconocido.