El presidente invitó a la comunidad bellanita a vencer el miedo y afirmó que es necesario trabajar de la mano con las autoridades y que los ciudadanos denuncien para visibilizar a los miembros de los grupos criminales. “Aquí debemos ser contundentes en hacer cada vez más visibles a los cabecillas de estos grupos: los Pachelly, el Mesa, Niquía, el Mirador, la Maruchenga, la Camila, los Chatas; tenemos que hacerlos visibles, fortalecer los instrumentos de denuncia y protección de la identidad de los denunciantes; el pago, también, de recompensas, pero también la presencia de la inteligencia policial”, resaltó.
Hasta el momento, haciendo un balance frívolo entre ganadores y perdedores, van ganando los grupos ilegales y van perdiendo los ciudadanos de a pie, los buenos bellanitas. En ceros están la Administración Municipal, la Policía Nacional, el Ejército Nacional, la Fiscalía General de la Nación, la Gobernación y el Gobierno Nacional, que ni con el envío del Ministro de Defensa Guillermo Botero pudo acabar con la confrontación armada, que no solo se recrudece, sino que va para largo.
La decisión se tomó luego de evaluar en consejo de seguridad local que los últimos homicidios ocurridos en esa ciudad no tienen relación directa con la confrontación de los diferentes grupos al margen de la ley que tienen su asiento en Bello: Pachelly, Niquía Camacol, los Mesa y los Chatas.