A la Procuraduría le llama la atención que los estudios de prefactibilidad del proyecto Hidroituango no hubieran advertido de la condición geológica donde se desarrolla la obra y que podría derivar en un desprendimiento de roca y tierra, como efectivamente ocurre desde el pasado 28 de abril.
En este momento, funcionarios de la Alcaldía y siete voluntarios de la Defensa Civil se encuentran verificando la cantidad de familias afectadas y levantando el respectivo censo para tomar decisiones prontamente.
Las comunidades ubicadas aguas abajo del proyecto, que habitan en los municipios de Ituango, Briceño, Valdivia y su corregimiento de Puerto Valdivia, Cáceres, Tarazá, Caucasia y Nechí, deben seguir las recomendaciones de seguridad de las autoridades y organismos de atención.
A esta hora, ingenieros estudian la posibilidad de abrir las bocas de dos túneles que tuvieron un uso al iniciar la construcción de la represa, en 2014, pero que hoy están cerrados. Y no descartan una implosión controlada.