En el cartel aparecen las fotos de Paulo Andrés Gómez Torres, alias Pocho; Juan Camilo Muñoz Loaiza, alias Totono; Diego Alexander Hernández, alias Diego Almuerzos; y Jonatan Palacio Serna, alias Banano. «Se buscan, por generar confrontaciones armadas en la comuna 13 – San Javier», dice el volante.
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Al respecto, el alcalde Gutiérrez señaló que las autoridades no descansarán hasta que “no los acabemos” y se refirió específicamente a la estructura criminal la Agonía. “Una vez más han ido demasiado lejos estos desgraciados y desalmados… Esta es una tristeza infinita, es un dolor inmenso que generan estos desalmados, estos desgraciados de la estructura criminal de la Agonía. Y hasta que no los acabemos, no vamos a descansar”, dijo Gutiérrez.
Las autoridades, con la ayuda del helicóptero Halcón, buscan en este momento el taxi con base en el número de placa, que fue suministrada a la Policía por parte de testigos.
Según el Sistema de Información para la Seguridad y la Convivencia de Medellín, Sisc, la víctima fue abordada por dos sujetos que se movilizaban en una motocicleta, estos le dispararon en repetidas ocasiones y procedieron a huir del lugar de los hechos.
El 21 de noviembre el informe del SISC, planteó: «Siendo las 23:43 horas se realizó la inspección judicial de dos…
La inspección técnica se realizó a la 1:10 p.m. Al parecer, la víctima presentaba cinco heridas producidas por los impactos. Los sicarios utilizaron una motocicleta de bajo cilindraje de la cual ya se tienen la placa y las características. El caso es materia de investigación.
Según la aterradora versión, los sicarios, que no pasan de los 18 años de edad, tomaron el taxi el pasado domingo 18 de noviembre en la calle 48D con carrera 108, barrio Peñitas, en San Javier, comuna 13. Llegaron hasta la América y a dedo escogieron a quien matar.
Jaramillo Cartagena, según información de las autoridades, es un antiguo integrante del combo de Betania, en el que militó con alias Juancito (Juan Manuel Piedrahita Giraldo), cabecilla de la misma, quien se entregó a las autoridades el pasado 1 de mayo y por quien también se estaban ofreciendo 20 millones de pesos de recompensa.
Gómez Álvarez sería víctima de una frontera invisible, puesto que simplemente llegó a recoger material para el depósito en el que trabajaba. Su pecado, ser de otra zona de la ciudad.
El general Óscar Gómez Heredia, comandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, señaló que “no se descarta ninguna hipótesis. Sin embargo, solicitamos que sean más solidarios y entreguen información, porque seguramente vamos a llegar al sitio y los vamos a encontrar”.